Cristianismo y Astrología

Edward Burne Jones Estrella de Belén

Después de estar unidas en la edad media, en el renacimiento la Iglesia usó la ética cristiana para oponerse al uso de la astrología y así erigirse cómo la única voz intermediará entre Dios y la humanidad. Ahora, analicemos por qué en realidad el cristianismo original, limpio de las posturas políticas, no solo “No” condena la astrología, sino que la apoya.

Las escrituras:

Según el Génesis, Dios puso deliberadamente luces en el cielo para guiarnos. En su primer capítulo, versículo 14, dice: “Dijo luego Dios: Haya luces en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años…”. Ahora bien, estas luminarias deberían funcionar como señales y no como causas. Es interesante marcar la distinción. Mucha gente que no cree en la Astrología, dice desconfiar de la influencia de los astros como causa de sus problemas. Visto como señal en vez de causa la interpretación. La diferencia es sutil pero está presente.
Hubo un filósofo griego, “Origen”, conocido como el primer teólogo, que justamente no aprobaba el uso de la astrología porque los practicantes veían en los planetas las causas y no las señalesSe plantea la posible validez de la Astrología si entendemos que la relación entre el Cielo y la Tierra se basa en la correspondencia y no en la lógica aristotélica de “causa-efecto”. Por otra parte, Origen sostiene que si fuéramos a intentar ver el destino de una persona en su carta natal, deberíamos en realidad también mirar la de sus hermanos. En el segundo siglo de nuestra era, está planteando supuestos básicos de la Astrología moderna. En primer lugar, que no hay relación causa-efecto sino de correspondencia. En segundo lugar, que somos vínculo y, por lo tanto, deberíamos estudiar la trama vincular y no solo la carta natal individual.
Si te interesa leer sus opiniones sobre Astrología, puedes ir a: The Philocalia of Origen (1911)
Si quieres saber sobre su vida y su filosofía: Origen of Alexandria (185—254 C.E.)

Astrología y Cristianismo

Por otra parte, las escrituras nunca condenan el uso de la astrología. Sí que prohíben la magia y la brujería, pero la astrología no es atacada. Sería imprudente porque hay astrólogos presentes en sus relatos y en algunos casos, cumplen funciones importantes. Los más famosos son, por supuesto, los Reyes Magos.

Los Reyes Magos de Oriente eran, en realidad, astrólogos. El vocablo Magi en persa estaba fuertemente vinculado a la práctica astrológica. El hecho de que se haya alzado su condición a la de reyes pareciera indicar que tenían una función importante. Hay algunos historiadores que afirman que eran doce y no tres, como posteriormente se especificó en la Edad Media. Jodorowsky parece sostener esta teoría.

Pero por sobre toda las cosas, la vida de Cristo está enmarcada por señales que llegan del cielo:
  • Su nacimiento está signado por la aparición de la Estrella de Jerusalén, a quien siguen los Reyes Magos para encontrarlo. Algunos astrólogos sostienen que la luz que veían en el Cielo era la conjunción de Júpiter con Saturno, que aconteció unos siglos después del año 0 DC y que suele marcar el nacimiento de nuevos imperios. También podría haber sido el paso del cometa Halley (que, de hecho, recientemente volvió a verse pasar por la Tierra)
  • Cuando Cristo muere se producen 3 horas de oscuridad en el cielo. Muchos astrónomos sugieren que podrían estar refiriéndose a un eclipse solar. Este asunto es controvertido porque Cristo es crucificado en la luna llena de Pésaj y un eclipse solar solo puede darse con Luna Nueva.
  • Nicholas Champion nos recuerda además que el último acto de Cristo fue subir a los cielos.

Precisamente, en los Actos de los Apóstoles, nos recuerdan que miremos las señales celestes para saber cuándo volverá el Mesías:

“En el cielo mostraré grandes maravillas,
y sangre, fuego y nubes de humo en la tierra.
El sol se volverá oscuridad,
y la luna como sangre (Eclipses lunar y solar), 
antes que llegue el día del Señor,
día grande y glorioso.”

Hay otros argumentos que pueden esgrimirse y que son más sutiles (como, por ejemplo, el hecho de que sean doce apóstoles y las doce tribus de Israel como las doce constelaciones y los doce signos zodiacales, o tres cruces en el Gólgota como las tres cruces del zodíaco) pero se expusieron los más evidentes.