La mayoría de las antiguas culturas y casi todos los pueblos han sentido las fascinación por los astros y han intentado integrar su observación a su particular sistema de creencias. La astrología fue practicada en el mundo antiguo en Mesopotamia, el Antiguo Egipto, Persia, la India, China, la Antigua Grecia y la Antigua Roma y en el mundo musulmán. A través de su historia, la astrología fue considerada una tradición académica siendo aceptada en contextos políticos y académicos teniendo su apogeo en el siglo XVI. En la antigüedad, la astrología concurría con la astronomía (estudio científico de los astros), pero ambas se fueron separando después del Renacimiento a raíz del racionalismo (al igual que la alquimia se separó de la química), produciéndose en el siglo XVIII una completa dicotomía entre ambas.
Las raíces de la astrología comienzan con la elaboración de los primeros sistemas de calendarios, que permitían predecir los cambios estacionales e interpretar los ciclos de la naturaleza. Una forma de astrología ya se practicaba en la primera dinastía de Mesopotamia (1950-1651 AC.). La astrología china fue elaborada durante la dinastía Zhou (1046-256 AC.). La astrología helenística (hacia el 332 A.C.) unida a la astrología babilónica y egipcia, y la astrología decánica de Alejandría dio lugar a la astrología horoscópica. Con las conquistas de Alejandro Magno en Asia, la astrología se difundió en la Antigua Grecia y en la Antigua Roma, donde se asociaba a la sabiduría de Caldea.
Después de la caída de Alejandría en el siglo VII, la astrología fue adoptada por los eruditos islámicos, y los textos helenísticos, como el Almagesto de Tolomeo, fueron traducidos al árabe y al persa, preservándose así de la destrucción cristiana. En el siglo XII los textos arábigos fueron traducidos al latín, por lo que Europa redescubrió partes olvidadas de su cultura y ayudando así al inicio del Renacimiento europeo, cuando los mayores astrónomos como Tycho Brahe, Johannes Kepler y Galileo la practicaron como astrólogos de la corte.
Durante la Edad Media la astrología se sumió en el mayor secretismo, pese a ello, subsistió con mejor suerte que el resto de tradiciones paganas. La Iglesia católica se opone a la práctica de la astrología considerándola “supersticiosa”, en 1586 el papa Sixto V emitió una bula: Coeli et terrae creator, por la que se condena oficialmente la astrología, posteriormente el papa Urbano VIII condenó la astrología como herética en otro documento en 1631.
Existen numerosas referencias literarias a la astrología en trabajos de poetas como Dante Alighieri (1265-1321) y Geoffrey Chaucer (1343-1400), y en las obras de dramaturgos como Christopher Marlowe (1564-1593) y William Shakespeare (1564-1616).
Fuente: Centro Astrológico Aztlan